1.Retira el esmalte con un quitaesmalte adecuado. Si tus uñas son frágiles, elige uno sin acetona, aunque si tienes un color muy oscuro necesitarás uno con.
2.El siguiente paso consiste en eliminar las cutículas y las pieles muertas. Hazlo suavemente con un quitacutículas y con un palito de naranjo, apretando con delicadez la superficie y los bordes de la uña. Te aconsejo, que no te cortes nunca las cutículas, ya que volverán a salir con más fuerza. Otra cosa que no debes hacer nunca es usar limas metálicas.
3.Date una capa de base, evitarás que tus uñas se pongan amarillas.
4. Ahora ya puedes usar el esmalte que desees. Siempre lo aconsejable es usar dos capas. Deja que se seque la primera y a continuación vuelve a deslizar el pincel por tus uñas. Evita los esmaltes de mala calidad, por ejemplo aquellos que valen 1 o 2 euros y que suelen encontrarse en los bazares chinos.
5.En este último paso podrás dar una capa de brillo. Te aconsejo que uses algún esmalte que de brillo, pero que además endurezca la uña.
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